lunes, diciembre 20, 2004

1 de abril de 1993, Jueves.

Hoy hemos hablado con Julia. Tras lo que sucedió el día que detuvimos a Whinfield no habíamos tenido oportunidad de hacerlo, y por fin hemos podido hoy. Todo es jodidamente raro. Ella no recuerda no haber hecho lo que dice, es sincera. Cree sinceramente lo que dice. Tras mucho hablar con ella, presentarle las pruebas de que lo que ella dice no sucedió de verdad, convencerla de que quizá está olvidando algo, perece que recuerda algo, que no está ya tan segura...
Quizá le hayan dado alguna droga, algo parecido a algún suero de la verdad, que produce unas alucinaciones muy vívidas... es un poco traído por los pelos. Audrey nos explica que lo mejor que se puede hacer es hipnotizarla, y Julia accede.
Todo es muy confuso para Julia. Recuerda a un hombre hablandole, preguntandole cosas de nosotros y del caso, y luego diciendole que olvide que ha hablado con él. También recuerda como escribió la nota que nos dejó, y creemos que la persona que se la llevó de casa puede que sea el mismo que nos hizo aquella visita en el hotel, el tipo de la cartera.

Desde luego, todo es muy raro. Quizá la hipnotizaron, quizá la drogaron, o quizá fue otra cosa. Para mí parece bastante claro que ella no nos ha engañado voluntariamente, parecía genuinamente angustiada durante todo el rato que estuvimos con el tema. La mierda de este caso ha golpeado el ventilador, habrá que ver hasta donde llegan las salpicaduras, pero es un consuelo ver que aún podemos fiarnos unos de otros en el equipo. Si no, estamos perdidos, por que parece que las implicaciones del caso se ramifican hasta el infinito.