lunes, noviembre 29, 2004

29 de marzo de 1993, lunes

Hoy nos hemos reunido todos para discutir sobre que hacer con el cuchillo. Tras mucho pensarlo, y dudar sobre la legalidad de lo que vamos a hacer, hemos decidido destruir el arma, siguiendo las instrucciones de Audrey. Dice que eso es más fácil que un exorcismo, y ella es la experta.
Hemos llevado el cuchillo, bien envuelto en trapos, a una forja. El propietario, conocido de Julia, nos ha dejado el tiempo que necesitáramos en la sala de fundición.
Dejando el fardo en el suelo, he cogido una almádena que había por ahí y he martilleado metódicamente el paquete de trapo. Tras un rato, hemos empujado todo ello ha la forja, donde los pedazos se han deshecho. Cuando esto pasaba, me ha parecido que la luz disminuía un poco… pero luego se ha hecho más intensa. Me he quitado un peso de encima, me he sentido mucho mejor después de hacer esto.
Ahora nos queda planear cuales son nuestros siguientes movimientos. Hay muchas cosas todavía por aclarar:
- La implicación de la casa Andropov en todo esto.
- La relación de una secta llamada “La orden hermética del crepúsculo de plata” tanto con la casa Andropov como con el propio Whinfield; parece que la secta anda detrás de lo sucedido de alguna forma
- Tenemos que interrogar a Martin Whinfield sobre lo ocurrido, aunque esto parece que tendrá que esperar bastante, ya que sus heridas revisten mucha gravedad y no se sabe cuando estará en condiciones de responder preguntas.
- Tenemos que hablar con Julia sobre lo sucedido con ella. Estoy preocupado por ella, todos lo estamos, y tenemos que ver que ha sucedido realmente y si podemos ayudarla.
Esto aún no ha acabado. Ni mucho menos.